Existen pocas criaturas tan temibles como el gran tiburón blanco. Son muchos los que sienten pánico hacia este animal, y no es para menos. No sólo posee una de las mandíbulas más potentes del mar, también es un experto cazador. Te contamos sus mejores estrategias de caza. ¡Alucinarás!

Asesino en serie
El tiburón blanco no caza arbitrariamente. Según un estudio realizado en 2009 por un equipo de científicos de la Universidad de Miami, liderado por el biólogo marino Neil Hammerschlag, este depredador se lo piensa bien antes de atacar.

Al parecer, presenta un comportamiento parecido al de un asesino en serie. Para empezar, medita bien la ‘base de operaciones’ en la que va a actuar, asegurándose de que el agua sea clara para poder ver bien a sus presas. También busca zonas en las que no haya competencia, ya que le gusta cazar en solitario.

Otro elemento indispensable en ‘el lugar del crimen’ es un sitio donde esconderse y sorprender a las víctimas. Su mente calculadora, unida a su fuerza y agilidad, hacen del tiburón blanco un experto asesino.

Extraordinarias habilidades
El tiburón cuenta con ciertas ventajas a la hora de cazar, comenzando por su enorme tamaño, que abarca de cinco a siete metros de largo. Pero estas dimensiones no le impiden moverse con rapidez bajo el agua, lo que le permite atrapar a su víctima en cuestión de segundos.

Su extraordinario olfato también le ayuda a mantener el factor sorpresa, pues puede detectar una colonia de focas a 3 kilómetros de distancia y oler una gota de sangre en 100 litros de agua. Y esto no es nada comparado con su sentido de electrorrecepción, por el que puede sentir las vibraciones de sus presas y localizarlas con facilidad.

Todo ello sin olvidar, por supuesto, sus terroríficas mandíbulas equipadas con un total de 3.000 dientes repartidos en varias filas, que llegan a superar los siete centímetros de longitud cada uno.

Aprendizaje progresivo
Aunque este escualo nace con una fuerte predisposición para la caza, desarrolla sus habilidades con la experiencia. Conforme va haciéndose adulto, mejora sus estrategias de caza hasta convertirse en un letal asesino. Por algo le llaman ‘el rey del mar’, título que se ha ganado a pulso.

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