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    Así se protegen del frío estos animales

    21 noviembre, 2019

    Cuando el frío nos azota de la forma en que lo está haciendo este invierno, recurrimos a técnicas básicas como ropa de abrigo, calefacción y bebidas calientes. Nada comparado con las estrategias que usan los siguientes animales, que pueden considerarse los grandes reyes del invierno. No te pierdas estas curiosidades.

    Congelación contra el frío
    Aunque suene paradójico, algunas especies se congelan literalmente para soportar el frío invierno. Es el caso de la rana del bosque, que puede sobrevivir al congelamiento temporal gracias a las sustancias químicas que segrega su cuerpo, como glucosa o urea. Una vez acaba el invierno, se descongela para disfrutar del buen tiempo. Algunas especies de insectos y reptiles, como la salamandra de Siberia, también son capaces de realizar esta proeza.

    Abrigos de pelo
    Al igual que nosotros, los animales también necesitan un abrigo extra para soportar las bajas temperaturas. Por ello, aquellas especies que viven en climas fríos cuentan con densas capas de pelaje que les permiten sobrevivir en climas bajo cero.

    Un buen ejemplo de ello es el oso polar, que además de poseer este poderoso pelaje, dispone de una gruesa capa de grasa que le ayuda a conservar el calor corporal. No es el único que usa este sistema; el zorro ártico, la liebre ártica y el búho nival también se suman a esta técnica.

    Por otro lado, muchos de estos animales recurren a una estrategia de camuflaje de lo más llamativa, y es que en zonas de nieve, logran que su pelo se vuelva blanco para fundirse ópticamente con su entorno. De esa forma pueden cazar y esconderse de los depredadores con mayor eficacia.

    Hibernación
    Es todo un clásico. Algunas especies deciden refugiarse y dormir durante todo el invierno, reduciendo con ello al mínimo sus funciones vitales en este período, ahorrando energía. Una vez llega la primavera, despiertan en pocos minutos. Quizá el ejemplo más popular sea el del oso pardo, pero tampoco podemos olvidar a la ardilla, el murciélago, el ornitorrinco o el mapache, entre otros.

    Sistema circulatorio
    A veces el propio sistema circulatorio del animal cumple la función de protegerle del frío. Es el caso del flamenco andino, chileno y de James, que mantienen sus patas cálidas logrando que la sangre suba al cuerpo, se caliente y baje de nuevo a las patas. Los pingüinos del Antártico usan este mismo recurso.

    Migración
    Algunas especies simplemente no están preparadas para adaptarse al frío, por lo que optan por la migración. Es lo que hacen muchas aves, como el pato canadiense, la grulla, la tórtola y la golondrina, entre otras. Así escapan al invierno en busca de destinos más cálidos.

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