El enorme vínculo que se crea entre los niños y los perros es algo conocido por todos, pero la historia que te presentamos a continuación te dejará sin palabras.

Connor
Connor es un niño de seis años que nació con daño cerebral, además de un trastorno llamado síndrome de DiGeorge y autismo. El pequeño no puede hablar y su familia no sabe si algún día podrá hacerlo. Su vida cambió cuando empezó a comunicarse por lengua de signos.

Ellie
Ellie es una perrita sorda que solo responde al lenguaje de señas. Su camino se cruzó con el de Connor cuando el refugio donde se encontraba se puso en contacto con la familia del niño para ofrecerles su adopción.

La conexión
Al día siguiente, Connor y su madre fueron a conocer a Ellie y desde el primer momento, se volvieron inseparables. El niño acariciaba, besaba y abrazaba a la perra, que respondió lamiendo a Connor.

“Pensar que Connor puede comunicarse con ella hizo que mi corazón se derritiese. Hablan entre ellos”, explica su madre.

La perrita no solo es tremendamente cariñosa con el pequeño, sino que además entiende perfectamente lo que este le comunica, aunque tenga dificultades para hacerlo.

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