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    Adiós al mito: los gatos no ven en la oscuridad

    7 mayo, 2018

    ¿Cuántas veces has escuchado que los gatos pueden ver en la oscuridad? Quizá te sorprenda saber que sólo es cierto en parte. Y es que la capacidad de visión de estos animales es más compleja de lo que pensábamos. Te lo contamos todo.

    Los reyes de la oscuridad
    Si tienes gato, seguro que has comprobado que puede caminar por espacios oscuros sin chocar con ningún obstáculo. Esto puede hacerte creer que el minino ve perfectamente en la oscuridad, pero no es cierto del todo.

    La realidad es que su visión nocturna es mucho mejor que la nuestra, ya que estos animales son capaces de aprovechar al máximo la poca luz que entre en una habitación. De hecho, ven mejor en la penumbra que en los sitios demasiado iluminados.

    Pero esto no quiere decir que puedan ver en plena oscuridad. En una oscuridad total, su visión se nubla como la de los seres humanos. Sus ojos necesitan un mínimo de claridad para hacer su trabajo.

    ¿Cómo lo hacen?
    Las retinas de los gatos tienen muchos más bastones que conos, lo que les ayuda a asimilar mejor la poca luz que pueda haber en un ambiente oscuro. Hay que tener en cuenta que los bastones son células receptoras de la luz.

    También tienen una membrana en la parte posterior de los ojos llamada ‘tapetum lucidum’, que refleja la luz exterior hacia la retina. El brillo que vemos en los ojos de un gato en la oscuridad es este reflejo.

    Además, sus pupilas son capaces de dilatarse notablemente sin necesidad de ser estimuladas por la luz. Gracias a esta dilatación, pueden aprovechar al cien por cien cualquier ápice de claridad que haya en su entorno.

    Otros ‘superpoderes’
    Si bien es cierto que los gatos no pueden ver en plena oscuridad, también lo es que su visión es mucho mejor que la nuestra. Mientras que nosotros tenemos una visión de 180 grados, los mininos tienen una visión de 200 grados.

    Además, no ven en blanco y negro como se suele creer, aunque perciben menos colores que nosotros. Al igual que los perros, no pueden percibir el rojo, pero ven con facilidad el azul, el verde y el amarillo.

    Por otro lado, el gran tamaño de sus ojos hace que les sea difícil enfocar de cerca, pero distinguen a la perfección todo aquello que se encuentre a largas distancias. Esto les ayuda a ser unos expertos cazadores.

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