Al permanecer al aire libre, los peces de los estanques son muy susceptibles a las condiciones climatológicas. En concreto, la llegada de la primavera supone para ellos la aparición de algunas enfermedades. Un ejemplo es la virosis primaveral, que podemos prevenir con los cuidados necesarios.

¿Qué es la virosis primaveral?
Tal y como su propio nombre indica, la virosis primaveral es una enfermedad vírica ocasionada por el agente patógeno ‘Vesiculovirus’. Sus síntomas son muy evidentes: hinchazón, decoloración en las branquias, descoordinación, úlceras sangrantes y exoftalmia (propulsión de los ojos oculares).

Esta enfermedad es mortal. Afecta principalmente a las carpas comunes, aunque también puede atacar a otras especies. Afortunadamente por el momento sólo se han registrado casos en Europa y el oeste de Asia.

Causas
El hecho de que este virus florezca en primavera tiene un por qué. Durante esta estación, la temperatura del agua aumenta, con lo que los peces reactivan ciertas funciones de su metabolismo que mantenían dormidas durante los meses fríos.

Es durante este período en el que su organismo experimenta diversas reacciones cuando los agentes patógenos proliferan y esta enfermedad se adueña de sus cuerpos. Y es que aprovechan el hecho de que su sistema inmune aún no se encuentra en óptimas condiciones.

Una vez un pez es contagiado, la virosis se transmite a los demás rápidamente a través de la orina, los excrementos y la piel de los animales ya infectados. La copulación es otra forma de contagio.

La mala higiene es otra causa frecuente. La presencia de mulm (deshechos en descomposición), de bacterias y de parásitos favorece el desarrollo de esta enfermedad.

Diagnóstico y prevención
Para comprobar la presencia de este patógeno, se debe realizar un examen microscópico del agua o bien analizar una muestra de tejido de un pez afectado. Por desgracia esta enfermedad no tiene cura, por lo que muchas veces los peces enfermos han de ser sacrificados y el estanque debe ser exhaustivamente desinfectado.

Para evitar la aparición de esta enfermedad es muy importante mantener la temperatura del agua por encima de los 13ºC. También se debe cuidar la higiene e instalar filtros UVC especiales que impidan las presencia de patógenos. Hay que limpiar estos filtros frecuente y concienzudamente.

Además, al llegar la primavera hay que extremar las precauciones vertiendo en el estanque un tónico de vitaminas para ayudar a los peces a restaurar su sistema inmunológico rápidamente. Y por supuesto, consultar todos los cuidados con un veterinario especializado en estos animales.

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