La tortuga es uno de los animales más longevos del planeta, aunque su esperanza de vida varía según la especie. No es fácil averiguar la edad de un ejemplar a primera vista, pero existen algunos métodos que te ayudarán a hacerte una idea. Te damos las pautas.

El caparazón es la clave
Es un truco clásico para averiguar la edad de estos reptiles, y a su vez, muy efectivo. Consiste en contar las líneas de su caparazón y dividir este número entre dos. No se trata de una ciencia exacta, por lo que obtendríamos un resultado aproximado.

Existen dos tipos de líneas: las finas, que representan los períodos en los que el animal se ha alimentado mal, y las gruesas, que nacen en las etapas en las que la tortuga tiene una buena alimentación. Por lo general las primeras surgen en épocas frías y las segundas, durante los meses cálidos.

Este método es más eficaz en las tortugas terrestres, ya que los dibujos de su caparazón no están tan desdibujados como los de las tortugas acuáticas. Al mismo tiempo, la nitidez también nos da información sobre su edad; cuando más nítidas sean las líneas, más joven será la tortuga. Con el paso de los años su aspecto se va deteriorando.

¿Cuánto mide?
El tamaño también nos da pistas sobre la edad de estos reptiles, ya que al hacerse adultos adquieren cierto volumen. Sin embargo, las dimensiones dependen de la especie y de su forma de vida, pues las tortugas criadas en cautiverio crecen más que las salvajes.

Esperanza de vida
Como decíamos al principio, la tortuga es un animal muy longevo. Las especies marinas pueden superar los 100 años, mientras que la esperanza de vida de las tortugas terrestres ronda los 60 años. Por su parte las tortugas de agua dulce, comunes como mascota, viven entre 15 y 20 años en un entorno doméstico.

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