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    Trucos para proteger a tu gato del frío

    6 noviembre, 2018

    Debemos proteger bien a nuestras mascotas del frío para evitar resfriados y problemas mayores. Los gatos merecen una mención especial en este sentido, ya que son muy frioleros y sensibles a los cambios de estación. Te damos algunos consejos para mantener a tu minino cómodo y calentito durante el invierno.

    La clave es su pelaje
    El pelaje es la mayor protección de estos felinos contra el frío, por lo que debes asegurarte de mantener el pelo de tu gato en óptimo estado. Cepíllalo cada día para eliminar la suciedad, los enredos y el pelo muerto. Puede parecer algo sin importancia, pero es esencial para su bienestar.

    Refugios caseros
    A los mininos les encanta refugiarse en pequeños rincones de la casa. Puedes aprovechar esta costumbre para ubicar camitas y mantas en zonas cálidas, como cerca del radiador o sobre superficies expuestas a los rayos del sol. Una buena idea es colocar cajas de cartón con mantas y cojines en su interior.

    Cuida su alimentación
    La adecuada alimentación del gato cobra aún mayor sentido en invierno que durante el resto del año. A veces es necesario completar su dieta con suplementos vitamínicos y calóricos que refuercen su sistema inmunológico y le ayuden a afrontar las bajas temperaturas. Es sí, antes de hacer cualquier cambio en su alimentación, debes consultarlo con el veterinario.

    Ropa para salir
    Si tu gato es de esos que disfrutan con los paseos por el exterior, tendrás que vestirle con abrigos o jerséis suaves y elásticos. A veces es difícil lograr que el animal se acostumbre, pero tarde o temprano se dará cuenta de las ventajas de salir abrigado a la calle.

    Casos especiales
    No hay que olvidar que los cachorros y los gatos ancianos merecen atenciones especiales. Su sistema inmunológico está algo debilitado, por lo que son más vulnerables a padecer problemas de salud. Por tanto, hay que reforzar los cuidados que hemos mencionado anteriormente.

    Lo mismo ocurre con las razas de pelo corto o sin pelo, así como con los mininos enfermos. Un gato con artrosis, por ejemplo, necesitará cuidados especiales para sus articulaciones. En cualquiera de estos casos, lo mejor es pedir el asesoramiento de un veterinario.

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