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  • CIENCIA

    Los perros evolucionaron los músculos de sus ojos… ¡para ser más tiernos!

    5 septiembre, 2019

    Sin lugar a dudas, el perro es uno de los animales que despiertan más ternura entre nosotros. En gran parte lo consigue gracias a la expresión de sus ojos, especialmente a su mirada empática y llena de dulzura. Si tienes perro, seguro que sabes a lo que nos referimos. Lo que quizá no sepas es que los canes deben esta cualidad a su evolución como especie. Así lo explica la ciencia.

    Expresiones humanas
    Es fácil identificar las emociones de nuestros perros mediante la simple observación de su mirada, pues sus expresiones son similares a las nuestras. Estos animales pueden reflejar sentimientos tan complejos como la tristeza, el enfado o la alegría con tan sólo mover levemente los músculos situados alrededor de sus ojos.

    Hace escasos meses un equipo de científicos de la Universidad Duquesne de Pittsburgh (EEUU) decidió profundizar en esta cuestión e investigarla desde el punto de vista evolutivo. Todo ello ha dado lugar a conclusiones de lo más interesantes.

    El músculo LAOM
    Según estos expertos, los perros deben su tierna mirada a un músculo al que han denominado LAOM (levator anguli oculi medialis), situado en la parte superior de los ojos. Gracias a él pueden realizar algo similar a nuestros movimientos de cejas, aumentando con ello el tamaño de sus ojos y adquiriendo una expresión llena de vulnerabilidad, que recuerda a la de los cachorros y despierta en nosotros un fuerte instinto de protección.

    Lo más curioso de todo este asunto es que este músculo parece ser fruto de una evolución relativamente reciente y tener una estrecha relación con la amistad de los canes y los hombres.

    Según este estudio el husky siberiano, la más antigua de las razas, es la que tiene menos desarrollado el músculo LAOM. Esto sugiere que dicho músculo apareció en los perros desde antes de que se criaran los primeros huskys domésticos (entre 30.000 y 35.000 años atrás) y que se ha ido marcando más a lo largo de los años. De hecho, los lobos carecen de este músculo.

    El papel del ser humano
    Por todo ello, estos científicos piensan que la evolución de este músculo responde a su continua interacción con el ser humano. Así lo cree Anne Burrows, coautora de la investigación: “Se han favorecido rasgos relacionados con la capacidad de comunicarse con las personas, así como con una baja agresividad, lo que incluye la expresión de los ojos”.

    También opina que los perros controlan este músculo de forma voluntaria, ya que lo mueven constantemente cuando se comunican con nosotros. Por no hablar de los beneficios que el contacto visual produce tanto sobre el animal como en el ser humano, pues favorece un aumento de la oxitocina.

    Y es que la anatomía facial de los canes continúa siendo un misterio y un importante objeto de investigación para la comunidad científica. Está claro que estos animales nunca dejarán de sorprendernos.

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