¿Tienes pensado incorporar un nuevo miembro canino en la familia pero te preocupa cómo puede reaccionar tu otro perro? Al igual que las personas, nuestras mascotas también sufren los cambios en su entorno. Si quieres evitar un episodio de celos y una conducta territorial de tu mascota, debes tener en cuenta las siguientes pautas.

– Zona habilitada
Antes de presentar a los dos perros, debes preparar tu casa con las cosas del recién llegado: comedero, cama y juguetes. Y es que es muy importante que cada uno tenga bien delimitado su espacio de descanso y sus recipientes para la alimentación.

– Terreno neutral
El peor error que puedes cometer es introducir al nuevo animal directamente en casa. Los expertos recomiendan que el entorno para la presentación sea neutral y desconocido para ambos como un parque u otro espacio abierto. De esta manera, tu perro no se sentirá amenazado por la intrusión en su territorio.

– Reunión paulatina
La presentación entre ambos perros debe ser supervisada en todo momento y gradual. Se recomienda tener a ambos animales con la correa para evitar cualquier inconveniente.

La forma correcta sería un paseo largo para bajar el nivel de energía de ambos canes. Durante esta caminata se recomienda acercarlos para que se huelan y se vayan conociendo. En el momento que estén relajados, puedes soltarlos para que jueguen.

Si ves que tu perro gruñe al nuevo cánido, no te preocupes. Esto forma parte del ritual de establecer los roles, dominante y sumiso, de la manada.

– En casa
Tras el paseo, los perros estarán listos para entrar en casa. Aquí es fundamental que tengas en cuenta los siguientes pasos: tu perro debe entrar primero en el interior sin correa y luego puede pasar el nuevo can pero siempre atado.

Una vez la mascota acepte la entrada del nuevo miembro de la familia al hogar, puedes soltar al perro para que explore las habitaciones y se familiarice.

Llegados a este punto, solo se necesita tiempo para que se vayan adaptando a convivir bajo el mismo techo. Eso sí, durante las primeras semanas es recomendable estar atento en todo momento a sus interacciones y, muy importante, no los dejes nunca solos hasta que no estés seguro de que se sientan cómodos el uno con el otro.

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