Desde hace un tiempo existe una moda que se ha popularizado entre los propietarios de animales y que consiste en amputar mediante cirugía las orejas y el rabo a los perros de determinadas razas por razones de estética. Sin embargo, esta tendencia resulta peligrosa. ¿Quieres conoces los motivos? Te los contamos.

· Lenguaje corporal
En primer lugar, las orejas y el rabo del can son dos herramientas de comunicación fundamentales para el animal. La cola, por ejemplo, transmite información vital para la sociabilización con otros animales, por lo que eliminar esta parte de su cuerpo impide al can enviar mensajes no solo a otros perros sino también a su propietario.

· Traumas
El animal pasa una fase post operatoria muy larga y dolorosa de recuperación. Existen casos de perros con traumas psicológicos y alteraciones en su personalidad tras la operación.

· Riesgos mortales
Con la amputación de estas zonas se cortan cartílagos, nervios, vasos sanguíneos y otros tejidos del cuerpo del animal, por lo que someter al perro a una operación de este calibre puede provocar su muerte. Además, las heridas abiertas o infecciones tras la operación podrían llegar a infectar los huesos y comprometer la columna del animal.

· Equilibrio
Según los especialistas, el equilibrio del perro se ve comprometido sin su cola puesto que es la continuación nerviosa de su columna vertebral. Esto quiere decir que, tras su amputación, el podría tener graves problemas a la hora de correr, girar y hacer ciertos movimientos.

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