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    Consejos infalibles para detectar si tu perro tiene fiebre

    7 marzo, 2017

    La fiebre es un mecanismo de defensa para luchar contra una enfermedad. Con el aumento de la temperatura corporal el sistema inmune intenta destruir al agente patógeno. Sin embargo, en los perros no siempre es fácil detectarla. Por eso te damos algunos consejos para que puedas hacerlo lo más rápido posible.

    Causas
    Algunas de las causas de la aparición de fiebre pueden ser: las infecciones, los parásitos, reacciones a vacunas, envenenamiento, golpes de calor u otras enfermedades.

    Síntomas
    Si nuestro perro tiene fiebre probablemente presente alguno de estos síntomas: nariz seca y caliente, apatía, falta de apetito, temblores, sueño, vómitos y diarrea…

    Pero sin duda, el principal indicativo del estado febril es el aumento de la temperatura corporal. Los canes tienen una temperatura normal que oscila entre los 38,5ºC y 38,9ºC. Por lo tanto, se considera fiebre si se superan los 39ºC y más concretamente si se rebasan los 39,5ºC.

    Cómo tomar la temperatura
    Para tomarle la temperatura a nuestro perro, debemos introducirle el termómetro en la zona rectal.

    Es importante elegir el termómetro adecuado para hacerlo. Se recomienda que sea de plástico para evitar que pueda romperse. Además, el perro tiene que estar relajado y hay que intentar que no se ponga nervioso, por lo que otra persona puede ayudarte a distraerle.

    Conviene lubricar el termómetro e introducirlo al menos dos centímetros hacia el interior. Habrá que mantenerlo unos segundos hasta que pite o un par de minutos en caso de que no sea digital.

    Tras acabar, lávalo con alcohol para desinfectarlo y si la temperatura es superior a 39,5ºC, acude inmediatamente al veterinario.

    Tratamiento
    El tratamiento para la fiebre dependerá de la causa de la misma. El veterinario puede suministrar antibióticos en caso de infecciones, cubrir su cabeza con una toalla mojada con agua tibia, o no tomar ninguna acción concreta si la patología es leve.

    Y por supuesto, jamás automediques a tu perro. Mucho menos con paracetamol, ibuprofeno o cualquier otro medicamento para humanos.

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