Si tienes un gato en casa, habrás notado que le encanta rascar todo, incluidos los muebles. Si no se pone remedio, puede llegar a ser un hábito muy molesto. Te damos algunos consejos para evitar que tu gato lo haga.

La clave: el rascador
Que un felino rasque los muebles es algo que no puede evitar, puesto que no tiene un sitio mejor para hacerlo. Por este motivo, no debemos castigarle, sino dirigir esos arañazos al sitio adecuado: un rascador.

Qué es
Un rascador es el mejor amigo de nuestro gato. No solo le sirve para arañar y liberar estrés, sino también para estirar todos los músculos de su cuerpo.

Tipos
– Rascador vertical: Es perfecto para los gatos que prefieren estirarse de pie. Es ideal para proteger las esquinas de los muebles o sofás.

– Rascador horizontal: Es el idóneo si el felino opta por estirase tumbado. Debe estar anclado a la pared o al suelo para que no se mueva al rascarse.

– Árbol rascador: Es muy útil para que el gato juegue y pueda dormir en él.

El tipo de rascador a elegir dependerá de la forma en que a nuestro gato le guste estirarse. Por eso conviene proporcionarle ambos tipos de rascadores. Además, deben ser lo suficientemente grandes y anchos para que el felino se encuentre cómodo.

Dónde colocarlo
Lo más recomendable es ubicar los rascadores en la zona donde nuestro gato pase más tiempo. También debemos tener en cuenta que al despertarse siempre necesitan estirarse. Por eso hay que colocar un rascador en el lugar donde duerme. Así evitaremos la tentación de rascar muebles.

Otros remedios
Además del rascador, podemos tomar otras medidas para evitar tener la casa llena de arañazos. Un buen remedio es poner papel de aluminio en sofás o mesas donde no queramos que rasque. También conviene entretenerle con cualquier otra cosa cuando veamos que intenta rascar los muebles: mostrándole un juguete, llamándole, etc.

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