De acuerdo con un estudio de la Universidad de Edimburgo, los gatos tienen mayor probabilidad de tener depresión que otros animales domésticos. A continuación, todo lo que necesitas saber sobre la depresión felina y su tratamiento.

Causas
En general, los cambios que se producen en el entorno como las mudanzas, la llegada de otro animal o la muerte de un familiar son algunas de las principales causas de ansiedad en los felinos. Y es que los gatos, además de ser tremendamente emocionales, son animales de costumbres que necesitan la rutina para sentirse seguros.

Síntomas
Los signos y los síntomas de depresión felina más comunes se pueden detectar gracias al lenguaje corporal del animal. Por ejemplo, si el gato tiene las pupilas dilatadas y la posición de sus orejas están hacia arriba, es síntoma de que sufre un trastorno. También es importante observar los cambios de comportamiento del felino como la pérdida de apetito, caída excesiva de su pelaje o la negación al contacto.

Antidepresivos
Existen suplementos homeopáticos que pueden ayudar a reducir la ansiedad de los gatos. Los más recomendados por los veterinarios son el triptófano y el alfa-casocepinas. Ambos son derivados de la caseína, proteína de la leche, y ayudan a calmar la ansiedad y regulan el estado anímico del animal. Los puedes encontrar en clínicas veterinarias y tiendas especializadas de mascotas.

Otro remedio para que el gato esté tranquilo en casa son las feromonas F3, que son una copia sintética de la hormona secretada por el animal cada vez que marca su territorio como una zona segura. Básicamente, hay que rociar el hogar con esta sustancia para que el felino se familiarice con las zonas de la casa y se sienta protegido. La puedes encontrar en formato spray a través de Internet por 20 euros aproximadamente.

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