Podría decirse que el spitz finlandés, también conocido como Finkie, es una de las razas caninas más bellas y elegantes. Su denso pelaje y su rostro, que recuerda en cierta parte al de un zorro, le convierten en un animal con identidad propia y en una de las mascotas más valoradas. Hablamos sobre su historia y principales características.

Origen del spitz finlandés
Se cree que el spitz finlandés desciende del perro lobo de las turberas, una de las primeras razas de cánidos que convivió junto al hombre en Europa hace ya más de 10.000 años. Según esta teoría, la raza llegó a Finlandia desde Asia, donde comenzó experimentar cruces hasta el punto de modificar en gran parte su anatomía.

Antiguamente este perro era utilizado como guardián y cazador, aunque poco a poco se convirtió en un animal de compañía muy valorado.

Carácter
Siglos después, el spitz finlandés conserva este instinto cazador. Es muy activo, inteligente y protector. Aunque puede ser algo independiente, también es cariñoso y adora la compañía de los suyos. Los juegos y paseos al aire libre son su mejor pasatiempo, ya que le ayuda a equilibrar su exceso de energía.

Es ideal para los niños, pues adora jugar y tiene mucha paciencia. Sin embargo, puede ser un poco testarudo, por lo que conviene practicar a menudo las órdenes básicas de adiestramiento. También necesita sus momentos de soledad, que debemos respetar.

Salud y cuidados
El spitz finlandés suele gozar de buena salud. No obstante, necesita algunos cuidados específicos, como cepillar su denso pelaje a diario para eliminar nudos y suciedad. También es importante examinar sus orejas y ojos a menudo, pues al estar tan expuestos al exterior pueden sufrir algunos daños.

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