En varias ocasiones hemos hablado de la gran capacidad de expresión y comunicación de los perros, pero todavía nos queda mucho por descubrir sobre estos maravillosos animales. Por ejemplo, ¿sabrías distinguir si tu perro está enfadado? Hablamos sobre las señales que le delatan en este sentido.

¿Por qué se enfadan los perros?
Por lo general, estos peludos tienen un carácter alegre y cariñoso, pero son animales especialmente sensibles, y por ello cualquier detalle de su entorno puede alterar sus emociones. El caso del ‘enfado’ es algo peculiar, pues si bien los perros no demuestran su ira y rencor de la misma forma que el ser humano, sí experimentan reacciones parecidas.

Son varios los motivos que pueden llevar a un can a enfadarse. Por ejemplo, si se siente ignorado o le regañas, puede que reaccione esquivando tus caricias durante un buen rato. Los celos, los ruidos fuertes o la presencia de otros animales también pueden hacer que se enoje. En cualquier caso, las causas varían dependiendo del carácter del perro.

Señales de enfado
Un perro no grita, insulta ni da portazos cuando está enfadado, pero muestra algunos comportamientos lo evidencian. Los resumimos a continuación:

1. Gruñido suave. Los perros utilizan los gruñidos suaves y constantes para comunicar que algo les está molestando. Es una especie de advertencia que a veces precede un ataque.

2. Ladrido corto y agudo. Es su forma de acabar con una situación que consideran desagradable. En ocasiones va acompañado por un gesto de mordida, aunque no tienen por qué llegar a morder.

3. Ignorancia. Si tu perro está enfadado contigo, te castigará ignorándote. Es curioso, ya que también es un comportamiento muy común en los humanos. En este caso, el animal rechazará tus mimos, no te mirará directamente e ignorará tus llamadas.

4. No quiere jugar. Cuando un can se niega a jugar, algo no va bien. Si rechaza jugar contigo, puede que en ese momento esté muy enfadado.

5. Nerviosismo. El nerviosismo y la tensión son señales propias de un perro enojado. En casos así hay que actuar con sumo cuidado, ya que puede llegar a morder.

6. Bostezos continuos. Aunque resulte extraño, lo cierto es que los bostezos continuos son una demostración de enfado y estrés en los perros. Por ejemplo, si reclama tu atención y tú le ignoras, puede que comience a alternar ladridos insistentes con bostezos.

Enfado vs agresividad
Es cierto que una situación de enfado puede llevar a la agresividad, pero en realidad se trata de problemas muy diferentes. Si los enfados de tu perro no son ocasionales, sino continuos, y dan lugar a mordeduras y ataques, lo mejor será que lo consultes con un adiestrador canino.

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