Los perros son animales sociables por naturaleza, pero también necesitan un período de adaptación y de aprendizaje respecto a su relación con los demás. Es lo que llamamos socialización y, si bien es más sencilla cuando aún son cachorros, también pueden aprender a relacionarse con otros perros una vez son adultos. Te damos más información sobre todo ello.

Cada perro es único
Lo primero que tienes que entender a la hora de socializar a un perro es que cada can es único, por lo que su proceso de aprendizaje es variable y depende de determinados factores, como las experiencias pasadas. Por tanto, hay que analizar cada situación en particular y actuar respecto a ella.

Por otro lado, cabe destacar la importancia de una buena socialización. Es vital para que el perro pueda entablar amistad con otras personas y animales, disfrutando de ellos y mejorando su calidad de vida. Además, te facilitará las cosas a la hora de pasear, viajar y moverte con él.

Pautas de socialización
Aunque como decíamos, cada caso es especial, existen unas pautas de socialización básicas que puedes seguir para lograr que tu perro ya adulto se relacione adecuadamente con los demás. Algo que, al contrario de lo que se suele creer, es completamente posible.

1. Practicar con gente de confianza. Lo ideal a la hora de animar a tu perro a socializar es contar con gente de confianza, especialmente si tu peludo tiene un carácter complicado. Será más fácil si conoces a las otras personas y/o animales y estás seguro de que no van a hacer daño a tu mascota. Una vez le notes más seguro, podrás aumentar su círculo social.

2. Ejercicio físico. La actividad física es fundamental para el perro, ya que le ayuda a equilibrar su mente y energía. Sin ejercicio, se sentirá más nervioso y estresado, lo que dificultará su relación con los demás. Con dos o tres largos paseos al día y juegos frecuentes bastará.

3. Relajar la correa. Lo peor que puedes hacer cuando tu peludo está conociendo a otro animal o persona es tensar la correa, ya que le transmitirás este nerviosismo. Lo mejor es dejar la correa relajada, sin tirantez, e incluso buscar un recinto cerrado y seguro para soltar a tu can y dejar que se relacione libremente con los demás.

4. Refuerzo positivo. El refuerzo positivo es la clave en todo proceso de educación y adiestramiento. Cada vez que tu perro presente un comportamiento tranquilo, alegre o cariñoso con los demás, prémiale con caricias y golosinas. Así asociará su contacto con ellos con algo positivo.

5. No fuerces la situación. Cada perro tiene su propia personalidad, más aún cuando son adultos, y muchos de ellos necesitan tiempo para estrechar lazos con otros. Por ello no hay que forzar la situación, sino armarse de paciencia y dejar que el animal siga su ritmo, ya que de lo contrario podría empeorar el problema.

6. Ayuda profesional. Si crees que tu pequeño tiene un problema de socialización y no logras dar con la solución, lo mejor será que acudas a un educador profesional. Él te dará las pautas para lograr que tu perro amplíe su círculo de amistades sin problemas, sea cual sea su edad.

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