Las ranas que conocemos en la actualidad no tienen fama de ser grandes depredadoras, pero hace millones de años existió una de ellas que era la pesadilla de algunos dinosaurios. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este impresionante anfibio.

La rana diablo
Hace 68 millones de años existía una rana del tamaño de una pelota de playa, cuyo mordisco podía devorar pequeños dinosaurios. Se trata de la ‘beelzebufo ampinga’ la rana más grande de la que se tiene conocimiento.

Esta rana, conocida como rana diablo, medía casi medio metro de largo y pesaba 4,5 kilos, pero si por algo destacaba era por su espectacular ritual de caza.

Modus operandi
Una vez que capturaba a su presa con su lengua pegajosa, la atrapaba entre su poderosa mandíbula para engullirla. A diferencia del resto de ranas, esta especie era capaz de comer animales de su mismo tamaño gracias a la fuerza de su mandíbula: 224 kilos.

Por eso, los expertos aseguran que con una fuerza similar a la de la actual tortuga toro, la rana diablo tuvo que ser una verdadera tortura para los pequeños dinosaurios de su entorno.

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