A todo el mundo le gustan las mariposas. Son sinónimo de belleza y delicadeza, unos de los animales más alegres de la naturaleza. Pero esconden un oscuro secreto que puede hacerte cambiar tu opinión sobre ellas. ¿Te atreves a seguir leyendo?

¡Beben sangre!
Sí, has leído bien. Si se les presenta la oportunidad, estos insectos estarían encantados de beberse tu sangre. Tranquilo, en ningún caso supone algo alarmante, pero si te haces una herida y hay una mariposa cerca… ¡Ten seguro que aprovechará la ocasión!

¿Por qué?
Este comportamiento tan siniestro tiene una explicación lógica. La sangre es rica en glucosa y sodio, dos elementos imprescindibles en la dieta de estos insectos. Por tanto, la sangre constituye un alimento muy completo para ellas.

También buscan vitaminas en nuestro sudor, la orina y las lágrimas de otros animales. Por ejemplo, las mariposas del Amazonas acuden regularmente a los ojos de las tortugas para beber sus lágrimas, algo que lleva años siendo estudiado por los expertos.

La ‘mariposa vampiro’
Mención aparte merece la ‘Calyptra thalictri’, comúnmente conocida como la ‘mariposa vampiro’, aunque en realidad es una polilla. Es una especie nocturna que habita en Siberia, cuyos machos utilizan su lengua con forma de gancho para atravesar la piel de otros animales y succionar su sangre. ¡Qué curioso!

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