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    Insectos superhéroes: descubre de lo que son capaces

    26 julio, 2017

    Si hace unas semanas te hablábamos de los aterradores hábitos alimenticios de las mantis religiosas y su debilidad por el cerebro de los colibríes, en esta ocasión te presentamos las costumbres más extrañas de hormigas, caracoles y arañas. ¡Te dejarán con la boca abierta!

    Caracoles anti-parásitos
    Todos conocemos la habilidad de los caracoles para llevar la casa a cuestas en su concha, pero ahora investigadores de la Universidad de Liverpool han descubierto que la concha tiene otra función: la de atrapar y matar parásitos dejándolos fosilizados en su estructura.

    En un experimento realizado con caracoles cogidos de la naturaleza, se demostró que el 60% tenía parásitos muertos encerrados en su concha. Esto supone que una de las principales razones de la existencia de la concha de los moluscos sea precisamente la de eliminar parásitos.

    Hormigas constructoras
    Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Georgia ha estudiado la forma en la que las hormigas de fuego huyen de las inundaciones formando torres de miles de ejemplares en un eje vertical.

    Tras analizar los movimientos de estos insectos, los investigadores descubrieron que estas torres no son cónicas, sino que tienen los lados curvados, como la Torre Eiffel.

    No se trata de algo casual. Cada hormiga soporta una columna equivalente al peso de tres individuos y fue precisamente este principio de distribución de cargas el que aplicó Gustave Eiffel en su famosa torre.

    Arañas espaciales
    ¿Sabías que a las arañas saltadoras también les encanta perseguir punteros láser? Esto se debe a su sofisticado sistema de visión. Dos de sus ojos están construidos como los telescopios de Galileo, es decir, con una lente al frente y otra posterior para enfocar sobre la retina. De esta forma, pueden percibir niveles de luz ultravioleta y objetos mucho más grandes que ellas.

    Se calcula que tienen una resolución espacial de 0,07 grados. Dado que la luna llena ocupa 0,5 grados, las arañas pueden distinguirla.

    En la siguiente imagen, vemos cómo el ojo humano distingue la luna llena (derecha) en comparación con las arañas saltadoras (izquierda). ¡Ahí es nada!

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