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    ¿Conoces a la hormiga zombi?

    17 octubre, 2016

    Has leído bien. No se trata de una película de terror. Las hormigas zombis existen… ¡y están muy cerca!

    Objetivo: sobrevivir
    Vamos a jugar a un juego…Supón que eres un hongo y estás buscando un lugar perfecto para vivir. Para que te sientas como en casa, ese lugar debe tener una cierta temperatura, porcentaje de humedad y distancia al suelo.

    Hasta aquí parece fácil, pero ¿cómo llegas allí si no puedes andar ni volar? La respuesta es simple: necesitas un medio de transporte. Puedes buscar un insecto y subirte en él, pero seguro que irá donde él quiera y no dónde tú le digas.

    La solución: poseerle al más puro estilo niña de ‘El exorcista’ o, lo que es lo mismo, instalarse en su cerebro, manipular su sistema nervioso y obligarle a realizar tus ‘deseos’.

    hormiga-1

    Por muy sorprendente que parezca, esto es exactamente lo que hace el hongo Ophiocordyceps unilateralis con las hormigas de la especie Camponotus leonardi, que viven en los árboles de las selvas tropicales de Tailandia. Es simplemente una cuestión de supervivencia.

    La posesión
    Los científicos han descubierto que para conseguir ese medio de transporte, las esporas del hongo ‘poseen’ a la hormiga. Después, ésta se dirige a la parte interior de una hoja que se encuentre a 25 cm del suelo con un 95% de humedad y una temperatura de entre 20º y 30º centígrados.

    Bajo las órdenes del hongo, la hormiga muerde con fuerza la hoja, lo que produce una ‘contracción mandibular’, que la deja infectada e incapaz de liberarse de la hoja, dando lugar a un ambiente estable alrededor de ella para que el hongo crezca.

    hormiga-2

    Llegada esta etapa, el hongo utiliza un veneno para matar a su huésped. Todo el proceso puede durar unas tres semanas, tiempo suficiente para que el inquilino se establezca en su nuevo hogar.

    Que siga el juego…
    Después de su reproducción, el hongo sale de la hormiga por una antena que sobresale de su cabeza. ¿Te atreves a verlo?

    Más tarde, libera esporas para crear, lo que los investigadores llaman, un «infeccioso campo de la muerte» de un metro cuadrado bajo el cadáver de la hormiga. Si alguna otra pasa por la zona… ¿te imaginas lo que puede ocurrir? Exacto, el juego vuelve a empezar. Pero tranquilo, porque esta ‘posesión’ sólo se produce entre insectos, así que estamos a salvo. De momento…

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