Pocas criaturas son tan sorprendentes como la que protagoniza este artículo. Hablamos del cangrejo de los cocoteros, un crustáceo gigantesco que habita en distintas islas del océano Índico y que recuerda a los monstruos más espeluznantes que hayas podido ver en las películas de terror. Si quieres saber más sobre este impresionante animal, sigue leyendo.

Monstruoso
“Monstruoso”; así es como el mismísimo Charles Darwin calificó a este crustáceo cuando se encontró con él durante su viaje a las Islas Cocos a bordo del HMS Beagle en 1831. Y desde entonces, el cangrejo de los cocoteros no nos ha dejado de sorprender.

Y es que no se trata de un cangrejo al uso. Este ejemplar puede llegar a pesar más de cuatro kilos y a medir alrededor de un metro de largo, por lo que es considerado el artrópodo terrestre más pesado del mundo. Puede levantar un peso de hasta 28 kilogramos.

Pinzas de hierro
Pero lo realmente aterrador son sus dos pinzas delanteras, con las que ejerce una fuerza hasta 100 veces superior a su masa corporal. De hecho, es capaz de romper la cáscara exterior de los cocos con ellas para poder alimentarse de su líquido y su carne.

Esta criatura puede partir con sus garras los huesos de los dedos, las muñecas e incluso los brazos y tobillos de cualquier ser humano que encuentre por su camino. Sin embargo, existe un pequeño truco para lograr que suelte a su presa, y es golpear su abdomen, pues es su zona más sensible.

Trepador y paracaidista
Una de sus habilidades más sorprendentes es su capacidad para trepar alturas superiores a 10 metros, algo que consigue gracias a la fuerza de sus pinzas y a sus diez largas patas. Así es como logra alcanzar los cocos de los árboles, que lanza al suelo para quebrar en medida de lo posible y continuar abriéndolos con sus patas.

Lo más curioso es que muchas veces el propio cangrejo decide dejarse caer siempre que la altura no supere los cuatro metros y medio, ya que descender le resulta bastante más complicado.

Apetito insaciable
Esta criatura no puede mantener su fortaleza sólo a base de cocos, por lo que sigue una dieta de lo más variada. Te sorprenderá saber que también come aves, roedores y mamíferos, a los que detecta fácilmente a través del olfato y descuartiza con sus pinzas en cuestión de segundos. Y si siente verdadera hambre, no tiene ningún problema en practicar el canibalismo. Por lo general, caza por las noches.

Pero este cangrejo no siempre sale ganando. Las aves suelen atacar a sus crías antes de que lleguen a alcanzar sus monstruosas dimensiones. Y en ocasiones este crustáceo se convierte en un manjar para los habitantes de su zona, aunque no se comercializa con él y se sirve en muy pocos locales. De hecho, en algunas islas su caza está penalizada con grandes multas.

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