El colibrí es uno de los animales que despiertan más interés y no es para menos. Su vida está repleta de datos curiosos que harán que estos diminutos pajarillos te gusten aún más. ¡No te los pierdas!

El ave más pequeña
El colibrí es el ave de menor tamaño del planeta. Dentro de esta especie, el más pequeño es el colibrí zunzuncito o elfo de las abejas, con seis centímetros de largo. Mientras que el más grande es el picaflor gigante, que mide aproximadamente 18 centímetros.

Vuela hacia atrás
Es el único pájaro que tiene la habilidad de volar hacia atrás. Lo consigue gracias al movimiento de sus alas, que imitan la forma del símbolo del infinito. Esto le permite mantenerse en el aire todo el tiempo que quiera, así como volar de todos los modos posibles, incluso boca abajo.

Es muy glotón
A pesar de su pequeño tamaño, el colibrí es un auténtico comilón. Come entre ocho y diez veces por hora. De hecho las hembras acuden más de 140 veces al día al nido para alimentar a sus crías.

No tiene olfato
El colibrí no tiene sentido del olfato, pero eso no le impide encontrar las mejores flores para alimentarse. Las identifica por los colores. También es capaz de detectar las especies que tienen propiedades curativas y las consume para aliviar sus dolencias.

Aletea muy rápidamente
Este pájaro puede batir sus alas hasta 80 veces por segundo. La cifra aumenta a 200 cuando un macho trata de impresionar a una hembra con fines reproductivos. No es de extrañar, por tanto, que realice aproximadamente 500 respiraciones por minuto para mantener este ritmo.

Su lengua tiene forma de ‘W’
La lengua del colibrí es elástica y se bifurca, como la de una serpiente, para atrapar el néctar. Para ello se enrosca mientras se retrae hacia el interior de su boca, justo después de atrapar el alimento.

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